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Algunos temas bíblicos

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J ... / piedras de fundición

piedras de fundición

Levítico Capítulo 20:10

Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

Deuteronomio Capítulo 17:7

La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Mateo Capítulo 7:3

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

Mateo Capítulo 7:15

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:17

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan Capítulo 7:24

No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

Juan Capítulo 8:1

y Jesús se fue al monte de los Olivos.

Juan Capítulo 8:2

Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

Juan Capítulo 8:3

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

Juan Capítulo 8:4

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

Juan Capítulo 8:5

Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?

Juan Capítulo 8:6

Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Juan Capítulo 8:7

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Juan Capítulo 8:8

E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

Juan Capítulo 8:9

Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

Juan Capítulo 8:10

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

Juan Capítulo 8:11

Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Juan Capítulo 8:12

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan Capítulo 8:13

Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.

Juan Capítulo 8:14

Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.

Juan Capítulo 8:15

Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.

Juan Capítulo 8:16

Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

Juan Capítulo 8:17

Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

Juan Capítulo 8:18

Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

Juan Capítulo 8:19

Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

Juan Capítulo 8:20

Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Juan Capítulo 8:21

Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

Juan Capítulo 8:22

Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

Juan Capítulo 8:23

Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

Juan Capítulo 8:24

Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

Juan Capítulo 8:25

Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.

Juan Capítulo 8:26

Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.

Juan Capítulo 8:27

Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

Juan Capítulo 8:28

Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.

Juan Capítulo 8:29

Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Juan Capítulo 8:30

Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

Juan Capítulo 8:31

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Juan Capítulo 8:32

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Juan Capítulo 8:33

Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Juan Capítulo 8:34

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Juan Capítulo 8:35

Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.

Juan Capítulo 8:36

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Juan Capítulo 8:37

Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.

Juan Capítulo 8:38

Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

Juan Capítulo 8:39

Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.

Juan Capítulo 8:40

Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.

Juan Capítulo 8:41

Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.

Juan Capítulo 8:42

Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

Juan Capítulo 8:43

¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.

Juan Capítulo 8:44

Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Juan Capítulo 8:45

Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.

Juan Capítulo 8:46

¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Juan Capítulo 8:47

El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

Juan Capítulo 8:48

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

Juan Capítulo 8:49

Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

Juan Capítulo 8:50

Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

Juan Capítulo 8:51

De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.

Juan Capítulo 8:52

Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte.

Juan Capítulo 8:53

¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?

Juan Capítulo 8:54

Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.

Juan Capítulo 8:55

Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.

Juan Capítulo 8:56

Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

Juan Capítulo 8:57

Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

Juan Capítulo 8:58

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.

Juan Capítulo 8:59

Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

Hechos Capítulo 10:34

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,

Romanos Capítulo 2:1

Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Romanos Capítulo 14:4

¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.

Colosenses Capítulo 1:1

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,

Colosenses Capítulo 1:2

a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Colosenses Capítulo 1:3

Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,

Colosenses Capítulo 1:4

habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos,

Colosenses Capítulo 1:5

a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,

Colosenses Capítulo 1:6

que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,

Colosenses Capítulo 1:7

como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,

Colosenses Capítulo 1:8

quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

Colosenses Capítulo 1:9

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,

Colosenses Capítulo 1:10

para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

Colosenses Capítulo 1:11

fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;

Colosenses Capítulo 1:12

con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

Colosenses Capítulo 1:13

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

Colosenses Capítulo 1:14

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Colosenses Capítulo 1:15

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Colosenses Capítulo 1:16

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Colosenses Capítulo 1:17

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;

Colosenses Capítulo 1:18

y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

Colosenses Capítulo 1:19

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

Colosenses Capítulo 1:20

y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Colosenses Capítulo 1:21

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado

Colosenses Capítulo 1:22

en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses Capítulo 1:23

si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

Colosenses Capítulo 1:24

Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

Colosenses Capítulo 1:25

de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,

Colosenses Capítulo 1:26

el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

Colosenses Capítulo 1:27

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

Colosenses Capítulo 1:28

a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;

Colosenses Capítulo 1:29

para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

Colosenses Capítulo 2:1

Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;

Colosenses Capítulo 2:2

para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,

Colosenses Capítulo 2:3

en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Colosenses Capítulo 2:4

Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.

Colosenses Capítulo 2:5

Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

Colosenses Capítulo 2:6

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;

Colosenses Capítulo 2:7

arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

Colosenses Capítulo 2:8

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Colosenses Capítulo 2:9

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

Colosenses Capítulo 2:10

y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Colosenses Capítulo 2:11

En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

Colosenses Capítulo 2:12

sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

Colosenses Capítulo 2:13

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

Colosenses Capítulo 2:14

anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

Colosenses Capítulo 2:15

y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Colosenses Capítulo 2:16

Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

Colosenses Capítulo 2:17

todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

Colosenses Capítulo 2:18

Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,

Colosenses Capítulo 2:19

y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

Colosenses Capítulo 2:20

Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos

Colosenses Capítulo 2:21

tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques

Colosenses Capítulo 2:22

(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?

Colosenses Capítulo 2:23

Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

1 Pedro Capítulo 2:15

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

Apocalipsis Capítulo 1:1

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,