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Algunos temas bíblicos

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C ... / conflicto laboral

conflicto laboral

Proverbios Capítulo 12:1

El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.

Proverbios Capítulo 12:20

Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien.

Proverbios Capítulo 14:23

En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.

Proverbios Capítulo 17:27

El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.

Proverbios Capítulo 17:28

Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.

Eclesiastés Capítulo 2:21

¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.

Eclesiastés Capítulo 2:22

Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol?

Isaías Capítulo 50:7

Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.

Mateo Capítulo 5:14

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Mateo Capítulo 5:15

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

Mateo Capítulo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Mateo Capítulo 7:1

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Mateo Capítulo 7:2

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

Mateo Capítulo 7:3

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

Mateo Capítulo 7:4

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

Mateo Capítulo 7:5

¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Mateo Capítulo 7:6

No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

Mateo Capítulo 7:7

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Mateo Capítulo 7:8

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Mateo Capítulo 7:9

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

Mateo Capítulo 7:10

¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

Mateo Capítulo 7:11

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Mateo Capítulo 7:12

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

Mateo Capítulo 7:13

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;

Mateo Capítulo 7:14

porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Mateo Capítulo 7:15

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Mateo Capítulo 7:16

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Mateo Capítulo 7:17

Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

Mateo Capítulo 7:18

No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

Mateo Capítulo 7:19

Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.

Mateo Capítulo 7:20

Así que, por sus frutos los conoceréis.

Mateo Capítulo 7:21

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Mateo Capítulo 7:22

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Mateo Capítulo 7:23

Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Mateo Capítulo 7:24

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Mateo Capítulo 7:25

Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Mateo Capítulo 7:26

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

Mateo Capítulo 7:27

y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Mateo Capítulo 7:28

Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;

Mateo Capítulo 7:29

porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Mateo Capítulo 23:1

Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:

Mateo Capítulo 23:2

En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.

Mateo Capítulo 23:3

Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Mateo Capítulo 23:4

Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

Mateo Capítulo 23:5

Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;

Mateo Capítulo 23:6

y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,

Mateo Capítulo 23:7

y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.

Mateo Capítulo 23:8

Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.

Mateo Capítulo 23:9

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.

Mateo Capítulo 23:10

Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

Mateo Capítulo 23:11

El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

Mateo Capítulo 23:12

Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Mateo Capítulo 23:13

Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.

Mateo Capítulo 23:14

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.

Mateo Capítulo 23:15

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.

Mateo Capítulo 23:16

¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.

Mateo Capítulo 23:17

¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?

Mateo Capítulo 23:18

También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.

Mateo Capítulo 23:19

¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

Mateo Capítulo 23:20

Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

Mateo Capítulo 23:21

y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;

Mateo Capítulo 23:22

y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.

Mateo Capítulo 23:23

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Mateo Capítulo 23:24

¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

Mateo Capítulo 23:25

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.

Mateo Capítulo 23:26

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

Mateo Capítulo 23:27

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Mateo Capítulo 23:28

Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

Mateo Capítulo 23:29

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

Mateo Capítulo 23:30

y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.

Mateo Capítulo 23:31

Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.

Mateo Capítulo 23:32

¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

Mateo Capítulo 23:33

¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?

Mateo Capítulo 23:34

Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;

Mateo Capítulo 23:35

para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.

Mateo Capítulo 23:36

De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Mateo Capítulo 23:37

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

Mateo Capítulo 23:38

He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

Mateo Capítulo 23:39

Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Lucas Capítulo 6:35

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Lucas Capítulo 6:37

No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

Lucas Capítulo 6:38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

2 Corintios Capítulo 6:14

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

2 Corintios Capítulo 6:15

¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

2 Corintios Capítulo 6:16

¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

Colosenses Capítulo 3:1

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Colosenses Capítulo 3:2

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Colosenses Capítulo 3:3

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Colosenses Capítulo 3:4

Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Colosenses Capítulo 3:5

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

Colosenses Capítulo 3:6

cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,

Colosenses Capítulo 3:7

en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Colosenses Capítulo 3:8

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

Colosenses Capítulo 3:9

No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Colosenses Capítulo 3:10

y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

Colosenses Capítulo 3:11

donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

Colosenses Capítulo 3:12

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

Colosenses Capítulo 3:13

soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Colosenses Capítulo 3:14

Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

Colosenses Capítulo 3:15

Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

Colosenses Capítulo 3:16

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Colosenses Capítulo 3:17

Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Colosenses Capítulo 3:18

Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.

Colosenses Capítulo 3:19

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Colosenses Capítulo 3:20

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.

Colosenses Capítulo 3:21

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

Colosenses Capítulo 3:22

Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.

Colosenses Capítulo 3:23

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

Colosenses Capítulo 3:24

sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Colosenses Capítulo 3:25

Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

1 Tesalonicenses Capítulo 4:11

y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado,

1 Tesalonicenses Capítulo 4:12

a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.