¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?
Salmos Capítulo 143:10
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
Proverbios Capítulo 2:1
Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Proverbios Capítulo 2:2
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Proverbios Capítulo 2:3
Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;
Proverbios Capítulo 2:4
Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros,
Proverbios Capítulo 2:5
Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Proverbios Capítulo 2:6
Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Proverbios Capítulo 2:7
El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.
Proverbios Capítulo 2:8
Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos.
Proverbios Capítulo 2:9
Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino.
Proverbios Capítulo 2:10
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma,
Proverbios Capítulo 2:11
La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia,
Proverbios Capítulo 2:12
Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades,
Isaías Capítulo 26:4
Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.
Jeremías Capítulo 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Mateo Capítulo 6:5
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mateo Capítulo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo Capítulo 6:7
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
Mateo Capítulo 6:8
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mateo Capítulo 6:9
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Mateo Capítulo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Mateo Capítulo 6:11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mateo Capítulo 6:12
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Mateo Capítulo 6:13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo Capítulo 6:14
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Mateo Capítulo 6:15
mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Juan Capítulo 6:50
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Juan Capítulo 6:51
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Juan Capítulo 6:52
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Juan Capítulo 6:53
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Juan Capítulo 6:54
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan Capítulo 6:55
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Juan Capítulo 6:56
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Juan Capítulo 6:57
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Juan Capítulo 6:58
Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Juan Capítulo 6:59
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
Juan Capítulo 6:60
Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
Juan Capítulo 6:61
Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
Juan Capítulo 6:62
¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
Juan Capítulo 6:63
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan Capítulo 6:64
Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Juan Capítulo 6:65
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Juan Capítulo 6:66
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Juan Capítulo 6:67
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Juan Capítulo 6:68
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Juan Capítulo 6:69
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Juan Capítulo 6:70
Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
Juan Capítulo 6:71
Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
Romanos Capítulo 2:6
el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
Romanos Capítulo 2:7
vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
Romanos Capítulo 2:8
pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
Romanos Capítulo 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Romanos Capítulo 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Efesios Capítulo 1:11
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
Efesios Capítulo 2:8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Efesios Capítulo 2:9
no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios Capítulo 2:10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios Capítulo 6:10
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Filipenses Capítulo 2:12
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
Filipenses Capítulo 2:13
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
1 Tesalonicenses Capítulo 4:3
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
1 Tesalonicenses Capítulo 5:16
Estad siempre gozosos.
1 Tesalonicenses Capítulo 5:17
Orad sin cesar.
1 Tesalonicenses Capítulo 5:18
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Pedro Capítulo 2:15
Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;
1 Pedro Capítulo 2:16
como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
1 Juan Capítulo 2:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1 Juan Capítulo 2:16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan Capítulo 2:17
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.