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Algunos temas bíblicos

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B ... / cosas malas que le pasan a la gente buena

cosas malas que le pasan a la gente buena

Salmos Capítulo 10:1

¿Por qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?

Salmos Capítulo 10:2

Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado.

Salmos Capítulo 10:3

Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.

Salmos Capítulo 10:4

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Salmos Capítulo 10:5

Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia.

Salmos Capítulo 10:6

Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.

Salmos Capítulo 10:7

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad.

Salmos Capítulo 10:8

Se sienta en acecho cerca de las aldeas; En escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido;

Salmos Capítulo 10:9

Acecha en oculto, como el león desde su cueva; Acecha para arrebatar al pobre; Arrebata al pobre trayéndolo a su red.

Salmos Capítulo 10:10

Se encoge, se agacha, Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.

Salmos Capítulo 10:11

Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.

Salmos Capítulo 10:12

Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres.

Salmos Capítulo 10:13

¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

Salmos Capítulo 10:14

Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.

Salmos Capítulo 10:15

Quebranta tú el brazo del inicuo, Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.

Salmos Capítulo 10:16

Jehová es Rey eternamente y para siempre; De su tierra han perecido las naciones.

Salmos Capítulo 10:17

El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,

Salmos Capítulo 10:18

Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.

Salmos Capítulo 37:5

Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

Isaías Capítulo 57:1

Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.

Jeremías Capítulo 29:11

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Mateo Capítulo 5:45

para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 9:1

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Juan Capítulo 9:2

Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?

Juan Capítulo 9:3

Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Juan Capítulo 9:4

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Juan Capítulo 9:5

Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.

Juan Capítulo 9:6

Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,

Juan Capítulo 9:7

y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

Juan Capítulo 9:8

Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

Juan Capítulo 9:9

Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.

Juan Capítulo 9:10

Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

Juan Capítulo 9:11

Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.

Juan Capítulo 9:12

Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.

Juan Capítulo 9:13

Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.

Juan Capítulo 9:14

Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.

Juan Capítulo 9:15

Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

Juan Capítulo 9:16

Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

Juan Capítulo 9:17

Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

Juan Capítulo 9:18

Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

Juan Capítulo 9:19

y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?

Juan Capítulo 9:20

Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;

Juan Capítulo 9:21

pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.

Juan Capítulo 9:22

Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

Juan Capítulo 9:23

Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.

Juan Capítulo 9:24

Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.

Juan Capítulo 9:25

Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.

Juan Capítulo 9:26

Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

Juan Capítulo 9:27

El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?

Juan Capítulo 9:28

Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.

Juan Capítulo 9:29

Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.

Juan Capítulo 9:30

Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.

Juan Capítulo 9:31

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

Juan Capítulo 9:32

Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.

Juan Capítulo 9:33

Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.

Juan Capítulo 9:34

Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

Juan Capítulo 9:35

Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

Juan Capítulo 9:36

Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

Juan Capítulo 9:37

Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.

Juan Capítulo 9:38

Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

Juan Capítulo 9:39

Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

Juan Capítulo 9:40

Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

Juan Capítulo 9:41

Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

Juan Capítulo 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Romanos Capítulo 5:3

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

Romanos Capítulo 5:4

y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

Romanos Capítulo 5:5

y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Romanos Capítulo 8:18

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Romanos Capítulo 8:28

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

1 Corintios Capítulo 10:13

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Santiago Capítulo 1:2

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,

Santiago Capítulo 1:3

sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

1 Juan Capítulo 2:15

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Apocalipsis Capítulo 21:4

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.