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Algunos temas bíblicos

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J ... / judaísmo

judaísmo

Jeremías Capítulo 31:31

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.

Mateo Capítulo 1:1

Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

Mateo Capítulo 1:2

Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos.

Mateo Capítulo 1:3

Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.

Mateo Capítulo 1:4

Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.

Mateo Capítulo 1:5

Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.

Mateo Capítulo 1:6

Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.

Mateo Capítulo 1:7

Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.

Mateo Capítulo 1:8

Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.

Mateo Capítulo 1:9

Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.

Mateo Capítulo 1:10

Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.

Mateo Capítulo 1:11

Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.

Mateo Capítulo 1:12

Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.

Mateo Capítulo 1:13

Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.

Mateo Capítulo 1:14

Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.

Mateo Capítulo 1:15

Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;

Mateo Capítulo 1:16

y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

Mateo Capítulo 1:17

De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Mateo Capítulo 1:18

El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

Mateo Capítulo 1:19

José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

Mateo Capítulo 1:20

Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

Mateo Capítulo 1:21

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Mateo Capítulo 1:22

Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:

Mateo Capítulo 1:23

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Mateo Capítulo 1:24

Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.

Mateo Capítulo 1:25

Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

Juan Capítulo 1:12

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Juan Capítulo 4:1

Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan

Juan Capítulo 4:2

(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),

Juan Capítulo 4:3

salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.

Juan Capítulo 4:4

Y le era necesario pasar por Samaria.

Juan Capítulo 4:5

Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.

Juan Capítulo 4:6

Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

Juan Capítulo 4:7

Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

Juan Capítulo 4:8

Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

Juan Capítulo 4:9

La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

Juan Capítulo 4:10

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

Juan Capítulo 4:11

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

Juan Capítulo 4:12

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Juan Capítulo 4:13

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

Juan Capítulo 4:14

mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Juan Capítulo 4:15

La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Juan Capítulo 4:16

Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.

Juan Capítulo 4:17

Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;

Juan Capítulo 4:18

porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

Juan Capítulo 4:19

Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

Juan Capítulo 4:20

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

Juan Capítulo 4:21

Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Juan Capítulo 4:22

Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.

Juan Capítulo 4:23

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

Juan Capítulo 4:24

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Juan Capítulo 4:25

Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

Juan Capítulo 4:26

Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

Juan Capítulo 4:27

En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

Juan Capítulo 4:28

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

Juan Capítulo 4:29

Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?

Juan Capítulo 4:30

Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.

Juan Capítulo 4:31

Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

Juan Capítulo 4:32

El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

Juan Capítulo 4:33

Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

Juan Capítulo 4:34

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

Juan Capítulo 4:35

¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

Juan Capítulo 4:36

Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.

Juan Capítulo 4:37

Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

Juan Capítulo 4:38

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Juan Capítulo 4:39

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.

Juan Capítulo 4:40

Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

Juan Capítulo 4:41

Y creyeron muchos más por la palabra de él,

Juan Capítulo 4:42

y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.

Juan Capítulo 4:43

Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.

Juan Capítulo 4:44

Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.

Juan Capítulo 4:45

Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.

Juan Capítulo 4:46

Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

Juan Capítulo 4:47

Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.

Juan Capítulo 4:48

Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.

Juan Capítulo 4:49

El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.

Juan Capítulo 4:50

Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.

Juan Capítulo 4:51

Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.

Juan Capítulo 4:52

Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.

Juan Capítulo 4:53

El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

Juan Capítulo 4:54

Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.

Juan Capítulo 6:32

Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

Juan Capítulo 8:58

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.

Juan Capítulo 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Romanos Capítulo 6:14

Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Romanos Capítulo 7:6

Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Romanos Capítulo 10:1

Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

Romanos Capítulo 10:2

Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

Romanos Capítulo 10:3

Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;

Romanos Capítulo 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

Romanos Capítulo 10:5

Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.

Romanos Capítulo 10:6

Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);

Romanos Capítulo 10:7

o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

Romanos Capítulo 10:8

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

Romanos Capítulo 10:9

que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Romanos Capítulo 10:10

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Romanos Capítulo 10:11

Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

Romanos Capítulo 10:12

Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;

Romanos Capítulo 10:13

porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Romanos Capítulo 10:14

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Romanos Capítulo 10:15

¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Romanos Capítulo 10:16

Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

Romanos Capítulo 10:17

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Romanos Capítulo 10:18

Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras.

Romanos Capítulo 10:19

También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira.

Romanos Capítulo 10:20

E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.

Romanos Capítulo 10:21

Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un puebo rebelde y contradictor.

1 Corintios Capítulo 5:7

Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Gálatas Capítulo 3:29

Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

Gálatas Capítulo 5:1

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Gálatas Capítulo 5:2

He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

Gálatas Capítulo 5:3

Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

Gálatas Capítulo 5:4

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

Gálatas Capítulo 5:5

Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;

Gálatas Capítulo 5:6

porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

Gálatas Capítulo 5:7

Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

Gálatas Capítulo 5:8

Esta persuasión no procede de aquel que os llama.

Gálatas Capítulo 5:9

Un poco de levadura leuda toda la masa.

Gálatas Capítulo 5:10

Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.

Gálatas Capítulo 5:11

Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.

Gálatas Capítulo 5:12

¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!

Gálatas Capítulo 5:13

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Gálatas Capítulo 5:14

Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Gálatas Capítulo 5:15

Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.

Gálatas Capítulo 5:16

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Gálatas Capítulo 5:17

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Gálatas Capítulo 5:18

Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Gálatas Capítulo 5:19

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

Gálatas Capítulo 5:20

idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

Gálatas Capítulo 5:21

envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas Capítulo 5:22

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

Gálatas Capítulo 5:23

mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Gálatas Capítulo 5:24

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Gálatas Capítulo 5:25

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Gálatas Capítulo 5:26

No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

1 Timoteo Capítulo 2:5

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

Hebreos Capítulo 9:11

Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

Hebreos Capítulo 9:12

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Hebreos Capítulo 9:13

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,

Hebreos Capítulo 9:14

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Hebreos Capítulo 9:15

Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

Hebreos Capítulo 9:16

Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador.