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Algunos temas bíblicos

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E ... / el que esta sin pecado

el que esta sin pecado

Deuteronomio Capítulo 17:7

La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Eclesiastés Capítulo 7:20

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

Juan Capítulo 7:1

Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.

Juan Capítulo 7:2

Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;

Juan Capítulo 7:3

y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

Juan Capítulo 7:4

Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.

Juan Capítulo 7:5

Porque ni aun sus hermanos creían en él.

Juan Capítulo 7:6

Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.

Juan Capítulo 7:7

No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.

Juan Capítulo 7:8

Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.

Juan Capítulo 7:9

Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.

Juan Capítulo 7:10

Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto.

Juan Capítulo 7:11

Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?

Juan Capítulo 7:12

Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.

Juan Capítulo 7:13

Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.

Juan Capítulo 7:14

Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.

Juan Capítulo 7:15

Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?

Juan Capítulo 7:16

Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

Juan Capítulo 7:17

El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.

Juan Capítulo 7:18

El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

Juan Capítulo 7:19

¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?

Juan Capítulo 7:20

Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?

Juan Capítulo 7:21

Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.

Juan Capítulo 7:22

Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.

Juan Capítulo 7:23

Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?

Juan Capítulo 7:24

No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

Juan Capítulo 7:25

Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?

Juan Capítulo 7:26

Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?

Juan Capítulo 7:27

Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

Juan Capítulo 7:28

Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.

Juan Capítulo 7:29

Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.

Juan Capítulo 7:30

Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

Juan Capítulo 7:31

Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

Juan Capítulo 7:32

Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

Juan Capítulo 7:33

Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.

Juan Capítulo 7:34

Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.

Juan Capítulo 7:35

Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?

Juan Capítulo 7:36

¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?

Juan Capítulo 7:37

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

Juan Capítulo 7:38

El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Juan Capítulo 7:39

Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

Juan Capítulo 7:40

Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

Juan Capítulo 7:41

Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?

Juan Capítulo 7:42

¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?

Juan Capítulo 7:43

Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.

Juan Capítulo 7:44

Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.

Juan Capítulo 7:45

Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?

Juan Capítulo 7:46

Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!

Juan Capítulo 7:47

Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?

Juan Capítulo 7:48

¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos?

Juan Capítulo 7:49

Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.

Juan Capítulo 7:50

Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos:

Juan Capítulo 7:51

¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?

Juan Capítulo 7:52

Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.

Juan Capítulo 7:53

Cada uno se fue a su casa;

Juan Capítulo 8:1

y Jesús se fue al monte de los Olivos.

Juan Capítulo 8:2

Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

Juan Capítulo 8:3

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

Juan Capítulo 8:4

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

Juan Capítulo 8:5

Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?

Juan Capítulo 8:6

Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Juan Capítulo 8:7

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Juan Capítulo 8:8

E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

Juan Capítulo 8:9

Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

Juan Capítulo 8:10

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

Juan Capítulo 8:11

Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Juan Capítulo 8:12

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan Capítulo 8:13

Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.

Juan Capítulo 8:14

Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.

Juan Capítulo 8:15

Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.

Juan Capítulo 8:16

Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

Juan Capítulo 8:17

Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

Juan Capítulo 8:18

Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

Juan Capítulo 8:19

Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

Juan Capítulo 8:20

Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Juan Capítulo 8:21

Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

Juan Capítulo 8:22

Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

Juan Capítulo 8:23

Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

Juan Capítulo 8:24

Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

Juan Capítulo 8:25

Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.

Juan Capítulo 8:26

Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.

Juan Capítulo 8:27

Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

Juan Capítulo 8:28

Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.

Juan Capítulo 8:29

Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Juan Capítulo 8:30

Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

Juan Capítulo 8:31

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Juan Capítulo 8:32

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Juan Capítulo 8:33

Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Juan Capítulo 8:34

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Juan Capítulo 8:35

Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.

Juan Capítulo 8:36

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Juan Capítulo 8:37

Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.

Juan Capítulo 8:38

Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

Juan Capítulo 8:39

Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.

Juan Capítulo 8:40

Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.

Juan Capítulo 8:41

Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.

Juan Capítulo 8:42

Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

Juan Capítulo 8:43

¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.

Juan Capítulo 8:44

Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Juan Capítulo 8:45

Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.

Juan Capítulo 8:46

¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Juan Capítulo 8:47

El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

Juan Capítulo 8:48

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

Juan Capítulo 8:49

Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

Juan Capítulo 8:50

Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

Juan Capítulo 8:51

De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.

Juan Capítulo 8:52

Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte.

Juan Capítulo 8:53

¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?

Juan Capítulo 8:54

Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.

Juan Capítulo 8:55

Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.

Juan Capítulo 8:56

Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

Juan Capítulo 8:57

Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

Juan Capítulo 8:58

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.

Juan Capítulo 8:59

Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

Juan Capítulo 9:1

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Juan Capítulo 9:2

Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?

Juan Capítulo 9:3

Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Juan Capítulo 9:4

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Juan Capítulo 9:5

Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.

Juan Capítulo 9:6

Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,

Juan Capítulo 9:7

y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

Juan Capítulo 9:8

Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

Juan Capítulo 9:9

Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.

Juan Capítulo 9:10

Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

Juan Capítulo 9:11

Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.

Juan Capítulo 9:12

Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.

Juan Capítulo 9:13

Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.

Juan Capítulo 9:14

Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.

Juan Capítulo 9:15

Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

Juan Capítulo 9:16

Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

Juan Capítulo 9:17

Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

Juan Capítulo 9:18

Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

Juan Capítulo 9:19

y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?

Juan Capítulo 9:20

Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;

Juan Capítulo 9:21

pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.

Juan Capítulo 9:22

Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

Juan Capítulo 9:23

Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.

Juan Capítulo 9:24

Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.

Juan Capítulo 9:25

Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.

Juan Capítulo 9:26

Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

Juan Capítulo 9:27

El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?

Juan Capítulo 9:28

Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.

Juan Capítulo 9:29

Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.

Juan Capítulo 9:30

Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.

Juan Capítulo 9:31

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

Juan Capítulo 9:32

Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.

Juan Capítulo 9:33

Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.

Juan Capítulo 9:34

Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

Juan Capítulo 9:35

Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

Juan Capítulo 9:36

Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

Juan Capítulo 9:37

Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.

Juan Capítulo 9:38

Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

Juan Capítulo 9:39

Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

Juan Capítulo 9:40

Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

Juan Capítulo 9:41

Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

Romanos Capítulo 1:1

Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,

Romanos Capítulo 1:2

que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,

Romanos Capítulo 1:3

acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,

Romanos Capítulo 1:4

que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

Romanos Capítulo 1:5

y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;

Romanos Capítulo 1:6

entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;

Romanos Capítulo 1:7

a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Romanos Capítulo 1:8

Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.

Romanos Capítulo 1:9

Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,

Romanos Capítulo 1:10

rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.

Romanos Capítulo 1:11

Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;

Romanos Capítulo 1:12

esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.

Romanos Capítulo 1:13

Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.

Romanos Capítulo 1:14

A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.

Romanos Capítulo 1:15

Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.

Romanos Capítulo 1:16

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

Romanos Capítulo 1:17

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos Capítulo 1:18

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

Romanos Capítulo 1:19

porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

Romanos Capítulo 1:20

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Romanos Capítulo 1:21

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Romanos Capítulo 1:22

Profesando ser sabios, se hicieron necios,

Romanos Capítulo 1:23

y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Romanos Capítulo 1:24

Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,

Romanos Capítulo 1:25

ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Romanos Capítulo 1:26

Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,

Romanos Capítulo 1:27

y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

Romanos Capítulo 1:28

Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;

Romanos Capítulo 1:29

estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;

Romanos Capítulo 1:30

murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,

Romanos Capítulo 1:31

necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;

Romanos Capítulo 1:32

quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

Romanos Capítulo 2:1

Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Romanos Capítulo 3:10

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;

1 Corintios Capítulo 6:9

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

1 Corintios Capítulo 6:10

ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

1 Corintios Capítulo 6:11

Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

1 Corintios Capítulo 15:1

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;

1 Corintios Capítulo 15:2

por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

1 Corintios Capítulo 15:3

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

1 Corintios Capítulo 15:4

y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

1 Corintios Capítulo 15:5

y que apareció a Cefas, y después a los doce.

1 Corintios Capítulo 15:6

Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.

1 Corintios Capítulo 15:7

Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

1 Corintios Capítulo 15:8

y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.

1 Corintios Capítulo 15:9

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

1 Corintios Capítulo 15:10

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

1 Corintios Capítulo 15:11

Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.

1 Corintios Capítulo 15:12

Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?

1 Corintios Capítulo 15:13

Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.

1 Corintios Capítulo 15:14

Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.

1 Corintios Capítulo 15:15

Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.

1 Corintios Capítulo 15:16

Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;

1 Corintios Capítulo 15:17

y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.

1 Corintios Capítulo 15:18

Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.

1 Corintios Capítulo 15:19

Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.

1 Corintios Capítulo 15:20

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.

1 Corintios Capítulo 15:21

Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

1 Corintios Capítulo 15:22

Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.

1 Corintios Capítulo 15:23

Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

1 Corintios Capítulo 15:24

Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.

1 Corintios Capítulo 15:25

Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.

1 Corintios Capítulo 15:26

Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

1 Corintios Capítulo 15:27

Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.

1 Corintios Capítulo 15:28

Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

1 Corintios Capítulo 15:29

De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?

1 Corintios Capítulo 15:30

¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?

1 Corintios Capítulo 15:31

Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero.

1 Corintios Capítulo 15:32

Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.

1 Corintios Capítulo 15:33

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

1 Corintios Capítulo 15:34

Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.

1 Corintios Capítulo 15:35

Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?

1 Corintios Capítulo 15:36

Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.

1 Corintios Capítulo 15:37

Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;

1 Corintios Capítulo 15:38

pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.

1 Corintios Capítulo 15:39

No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.

1 Corintios Capítulo 15:40

Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.

1 Corintios Capítulo 15:41

Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

1 Corintios Capítulo 15:42

Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.

1 Corintios Capítulo 15:43

Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.

1 Corintios Capítulo 15:44

Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

1 Corintios Capítulo 15:45

Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

1 Corintios Capítulo 15:46

Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.

1 Corintios Capítulo 15:47

El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

1 Corintios Capítulo 15:48

Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.

1 Corintios Capítulo 15:49

Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

1 Corintios Capítulo 15:50

Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

1 Corintios Capítulo 15:51

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,

1 Corintios Capítulo 15:52

en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

1 Corintios Capítulo 15:53

Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

1 Corintios Capítulo 15:54

Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.

1 Corintios Capítulo 15:55

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

1 Corintios Capítulo 15:56

ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

1 Corintios Capítulo 15:57

Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

1 Corintios Capítulo 15:58

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

1 Pedro Capítulo 2:1

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,

1 Pedro Capítulo 2:2

desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,

1 Pedro Capítulo 2:3

si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

1 Pedro Capítulo 2:4

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

1 Pedro Capítulo 2:5

vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

1 Pedro Capítulo 2:6

Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.|

1 Pedro Capítulo 2:7

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;

1 Pedro Capítulo 2:8

y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.

1 Pedro Capítulo 2:9

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

1 Pedro Capítulo 2:10

vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

1 Pedro Capítulo 2:11

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

1 Pedro Capítulo 2:12

manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

1 Pedro Capítulo 2:13

Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,

1 Pedro Capítulo 2:14

ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.

1 Pedro Capítulo 2:15

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

1 Pedro Capítulo 2:16

como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

1 Pedro Capítulo 2:17

Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.

1 Pedro Capítulo 2:18

Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.

1 Pedro Capítulo 2:19

Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padiciendo injustamente.

1 Pedro Capítulo 2:20

Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.

1 Pedro Capítulo 2:21

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

1 Pedro Capítulo 2:22

el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;

1 Pedro Capítulo 2:23

quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

1 Pedro Capítulo 2:24

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

1 Pedro Capítulo 2:25

Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.

1 Juan Capítulo 1:8

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

1 Juan Capítulo 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1 Juan Capítulo 2:1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

1 Juan Capítulo 2:2

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

1 Juan Capítulo 2:3

Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.

1 Juan Capítulo 2:4

El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;

1 Juan Capítulo 2:5

pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

1 Juan Capítulo 2:6

El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

1 Juan Capítulo 2:7

Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.

1 Juan Capítulo 2:8

Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.

1 Juan Capítulo 2:9

El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.

1 Juan Capítulo 2:10

El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.

1 Juan Capítulo 2:11

Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

1 Juan Capítulo 2:12

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.

1 Juan Capítulo 2:13

Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

1 Juan Capítulo 2:14

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.

1 Juan Capítulo 2:15

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

1 Juan Capítulo 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

1 Juan Capítulo 2:17

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan Capítulo 2:18

Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

1 Juan Capítulo 2:19

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

1 Juan Capítulo 2:20

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

1 Juan Capítulo 2:21

No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.

1 Juan Capítulo 2:22

¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.

1 Juan Capítulo 2:23

Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.

1 Juan Capítulo 2:24

Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

1 Juan Capítulo 2:25

Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

1 Juan Capítulo 2:26

Os he escrito esto sobre los que os engañan.

1 Juan Capítulo 2:27

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

1 Juan Capítulo 2:28

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.

1 Juan Capítulo 2:29

Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.