el hombre es el jefe de la casa
Génesis Capítulo 3:16
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
1 Corintios Capítulo 11:3
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Efesios Capítulo 5:22
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Efesios Capítulo 5:23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Efesios Capítulo 5:25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
1 Timoteo Capítulo 2:11
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
1 Timoteo Capítulo 2:12
Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
1 Timoteo Capítulo 2:13
Porque Adán fue formado primero, después Eva;
1 Timoteo Capítulo 2:14
y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
1 Timoteo Capítulo 2:15
Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
1 Timoteo Capítulo 3:1
Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
1 Timoteo Capítulo 3:2
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
1 Timoteo Capítulo 3:3
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
1 Timoteo Capítulo 3:4
que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
1 Timoteo Capítulo 3:5
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
1 Timoteo Capítulo 3:6
no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
1 Timoteo Capítulo 3:7
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
1 Timoteo Capítulo 3:8
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
1 Timoteo Capítulo 3:9
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
1 Timoteo Capítulo 3:10
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
1 Timoteo Capítulo 3:11
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
1 Timoteo Capítulo 3:12
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
1 Timoteo Capítulo 3:13
Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
1 Timoteo Capítulo 3:14
Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,
1 Timoteo Capítulo 3:15
para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
1 Timoteo Capítulo 3:16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
1 Timoteo Capítulo 5:8
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
Tito Capítulo 1:5
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
Tito Capítulo 1:6
el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
Tito Capítulo 1:7
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
Tito Capítulo 1:8
sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo,
Tito Capítulo 1:9
retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
1 Pedro Capítulo 3:1
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
1 Pedro Capítulo 3:7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.