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Algunos temas bíblicos

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O ... / oración de jabez

oración de jabez

2 Crónicas Capítulo 3:1

Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en le monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

2 Crónicas Capítulo 3:2

Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su reinado.

2 Crónicas Capítulo 3:3

Estas son las medidas que dio Salomón a los cimientos de la casa de Dios. La primera, la longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.

2 Crónicas Capítulo 3:4

El pórtico que estaba al frente del edificio era de veinte codos de largo, igual al ancho de la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por dentro de oro puro.

2 Crónicas Capítulo 3:5

Y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de oro fino, e hizo realzar en ellas palmeras y cadenas.

2 Crónicas Capítulo 3:6

Cubrió también la casa de piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de Parvaim.

2 Crónicas Capítulo 3:7

así que cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas con oro; y esculpió querubines en las paredes.

2 Crónicas Capítulo 3:8

Hizo asimismo el lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho de la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos.

2 Crónicas Capítulo 3:9

Y el peso de los clavos era de uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió también de oro los aposentos.

2 Crónicas Capítulo 3:10

Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines de madera, los cuales fueron cubiertos de oro.

2 Crónicas Capítulo 3:11

La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque una ala era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín.

2 Crónicas Capítulo 3:12

De la misma manera una ala del otro querubín era del cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín.

2 Crónicas Capítulo 3:13

Estos querubines tenían las alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie con los rostros hacia la casa.

2 Crónicas Capítulo 3:14

Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.

2 Crónicas Capítulo 3:15

Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de altura cada una, con sus capiteles encima, de cinco codos.

2 Crónicas Capítulo 3:16

Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.

2 Crónicas Capítulo 3:17

Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda, Boaz.

2 Crónicas Capítulo 4:9

También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio, y cubrió de bronce las puertas de ellas.

2 Crónicas Capítulo 4:10

Y colocó el mar al lado derecho, hacia el sureste de la casa.

2 Crónicas Capítulo 5:1

Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios.

2 Crónicas Capítulo 5:2

Entonces Salomón reunió en Jerusalem a los ancianos de Israel, y todos los príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.

2 Crónicas Capítulo 5:3

Y se congregaron con el rey todos los varones de Israel, para la fiesta solemne del mes séptimo.

2 Crónicas Capítulo 5:4

Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel, y los Levitas tomaron el arca:

2 Crónicas Capítulo 5:5

Y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo: los sacerdotes y los Levitas los llevaron.

2 Crónicas Capítulo 5:6

Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser tantos no se pudieron contar ni numerar.

2 Crónicas Capítulo 5:7

Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines:

2 Crónicas Capítulo 5:8

Pues los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían por encima así el arca como sus barras.

2 Crónicas Capítulo 5:9

E hicieron salir las barras, de modo que se viesen las cabezas de las barras del arca delante del lugar santísimo, mas no se veían desde fuera: y allí están hasta hoy.

2 Crónicas Capítulo 5:10

En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto.

2 Crónicas Capítulo 5:11

Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos;

2 Crónicas Capítulo 5:12

y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán, y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas:)

2 Crónicas Capítulo 5:13

Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová.

2 Crónicas Capítulo 5:14

Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

Mateo Capítulo 6:1

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo Capítulo 6:2

Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:3

Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

Mateo Capítulo 6:4

para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:5

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:6

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:7

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Mateo Capítulo 6:8

No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Mateo Capítulo 6:9

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Mateo Capítulo 6:10

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Mateo Capítulo 6:11

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mateo Capítulo 6:12

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Mateo Capítulo 6:13

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Mateo Capítulo 6:14

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

Mateo Capítulo 6:15

mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Mateo Capítulo 6:16

Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:17

Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,

Mateo Capítulo 6:18

para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:19

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;

Mateo Capítulo 6:20

sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Mateo Capítulo 6:21

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mateo Capítulo 6:22

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

Mateo Capítulo 6:23

pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Mateo Capítulo 6:24

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Mateo Capítulo 6:25

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mateo Capítulo 6:26

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mateo Capítulo 6:27

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Mateo Capítulo 6:28

Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

Mateo Capítulo 6:29

pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Mateo Capítulo 6:30

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

Mateo Capítulo 6:31

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Mateo Capítulo 6:32

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Mateo Capítulo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo Capítulo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Lucas Capítulo 11:2

Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Lucas Capítulo 11:3

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Lucas Capítulo 11:4

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

Romanos Capítulo 8:1

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos Capítulo 8:3

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

Romanos Capítulo 8:4

para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:5

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Romanos Capítulo 8:6

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Romanos Capítulo 8:7

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

Romanos Capítulo 8:8

y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Romanos Capítulo 8:9

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Romanos Capítulo 8:10

Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

Romanos Capítulo 8:11

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Romanos Capítulo 8:12

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;

Romanos Capítulo 8:13

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Romanos Capítulo 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Romanos Capítulo 9:1

Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,

Romanos Capítulo 9:2

que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.

Romanos Capítulo 9:3

Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;

Romanos Capítulo 9:4

que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;

Romanos Capítulo 9:5

de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

Romanos Capítulo 9:6

No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas,

Romanos Capítulo 9:7

ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.

Romanos Capítulo 9:8

Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

Romanos Capítulo 9:9

Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.

Romanos Capítulo 9:10

Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre

Romanos Capítulo 9:11

(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),

Romanos Capítulo 9:12

se le dijo: El mayor servirá al menor.

Romanos Capítulo 9:13

Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

Romanos Capítulo 9:14

¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.

Romanos Capítulo 10:1

Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

Romanos Capítulo 10:2

Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

Romanos Capítulo 10:3

Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;

Romanos Capítulo 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

Romanos Capítulo 10:5

Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.

Romanos Capítulo 10:6

Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);

Romanos Capítulo 10:7

o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

Romanos Capítulo 10:8

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

Romanos Capítulo 10:9

que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Romanos Capítulo 10:10

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Romanos Capítulo 10:11

Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

Romanos Capítulo 10:12

Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;

Romanos Capítulo 10:13

porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Romanos Capítulo 10:14

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Romanos Capítulo 11:1

Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.

Romanos Capítulo 11:2

No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:

Romanos Capítulo 11:3

Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?

Romanos Capítulo 11:4

Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.

Romanos Capítulo 11:5

Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

Romanos Capítulo 11:6

Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

Romanos Capítulo 11:7

¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;

Romanos Capítulo 11:8

como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.

Romanos Capítulo 11:9

Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución;

Romanos Capítulo 11:10

Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.

Romanos Capítulo 11:11

Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.

Romanos Capítulo 11:12

Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?

Romanos Capítulo 11:13

Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,

Romanos Capítulo 11:14

por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

Romanos Capítulo 12:1

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Romanos Capítulo 12:2

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Romanos Capítulo 12:3

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Romanos Capítulo 12:4

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,

Romanos Capítulo 12:5

así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

Romanos Capítulo 12:6

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

Romanos Capítulo 12:7

o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;

Romanos Capítulo 12:8

el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Romanos Capítulo 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

Romanos Capítulo 12:10

Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Romanos Capítulo 12:11

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

Romanos Capítulo 12:12

gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

Romanos Capítulo 12:13

compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

Romanos Capítulo 12:14

Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.

Romanos Capítulo 13:1

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

Romanos Capítulo 13:2

De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

Romanos Capítulo 13:3

Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;

Romanos Capítulo 13:4

porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.

Romanos Capítulo 13:5

Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.

Romanos Capítulo 13:6

Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.

Romanos Capítulo 13:7

Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.

Romanos Capítulo 13:8

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.

Romanos Capítulo 13:9

Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Romanos Capítulo 13:10

El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

Romanos Capítulo 13:11

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.

Romanos Capítulo 13:12

La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.

Romanos Capítulo 13:13

Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,

Romanos Capítulo 13:14

sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Hebreos Capítulo 11:1

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hebreos Capítulo 11:2

Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.

Hebreos Capítulo 11:3

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos Capítulo 11:4

Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.

Hebreos Capítulo 11:5

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Hebreos Capítulo 11:6

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Hebreos Capítulo 11:7

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

Hebreos Capítulo 11:8

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

Hebreos Capítulo 11:9

Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;

Hebreos Capítulo 11:10

porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Hebreos Capítulo 11:11

Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.

Hebreos Capítulo 11:12

Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

Hebreos Capítulo 11:13

Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.

Hebreos Capítulo 11:14

Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;

Hebreos Capítulo 11:15

pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.

Hebreos Capítulo 11:16

Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

Hebreos Capítulo 11:17

Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,

Hebreos Capítulo 11:18

habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;

Hebreos Capítulo 11:19

pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.

Hebreos Capítulo 11:20

Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.

Hebreos Capítulo 11:21

Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.

Hebreos Capítulo 11:22

Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.

Hebreos Capítulo 11:23

Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.

Hebreos Capítulo 11:24

Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,

Hebreos Capítulo 11:25

escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,

Hebreos Capítulo 11:26

teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

Hebreos Capítulo 11:27

Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.

Hebreos Capítulo 11:28

Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.

Hebreos Capítulo 11:29

Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.

Hebreos Capítulo 11:30

Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.

Hebreos Capítulo 11:31

Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.

Hebreos Capítulo 11:32

¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;

Hebreos Capítulo 11:33

que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,

Hebreos Capítulo 11:34

apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

Hebreos Capítulo 11:35

Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.

Hebreos Capítulo 11:36

Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.

Hebreos Capítulo 11:37

Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;

Hebreos Capítulo 11:38

de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.

Hebreos Capítulo 11:39

Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

Hebreos Capítulo 11:40

proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.

Santiago Capítulo 4:2

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Santiago Capítulo 5:16

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.